¿Quiénes somos realmente?


Sin la menor advertencia, en cualquier momento o lugar, sin causa aparente, puede suceder...De improviso me encontré envuelto en una nube de color semejante a las llamas. Por un instante pensé en un incendio, en una inmensa conflagración en algún lugar inmediato; al momento siguiente comprendí que el fuego estaba dentro de mí. Entonces me inundó un sentimiento de júbilo, un inmenso regocijo acompañado, o seguido inmediatamente, por una iluminación intelectual imposible de describir. Entre otras cosas, no llegué simplemente a creer, sino que vi que el universo no está compuesto de materia muerta, sino que es, por el contrario, una Presencia viviente; tomé conciencia de la vida eterna que hay en mí. No era la convicción de que tendría vida eterna, sino la conciencia de que la poseía ya entonces; vi que todos los hombres son inmortales; que el orden cósmico es tal que sin la menor duda todas las cosas colaboran para el bien de todas y cada una de ellas; que el principio fundamental del mundo, es lo que llamamos amor, y que la felicidad de todos y cada uno es, a la larga, absolutamente segura. (Cita de R.M. Bucke)... Por esto y por muchas cosas más decidí iniciar esta aventura virtual.

jueves, 27 de marzo de 2008

Nada permanece, todo es movimiento, cambio

Hoy les quiero platicar acerca de la impermanencia. Un concepto que he tenido que aplicar recientemente en mi vida, así como el desapego; ambos van de la mano, dejaron de ser sólo conceptos para ser experiencia directa. El sufrimiento que estos dos conceptos no entendidos conlleva es tremendo; pero como nada permanece y cuando entiendes que todo es una ilusión y que de ti depende dejar de sufrir viene el crecimiento y la sananción. Por ahí escuché que SUFRIR ES EL TIEMPO QUE TE TARDAS EN ACEPTAR LO QUE PARA TU EGO ES INACEPTABLE...buen punto.

Bien, en la base del Budismo se halla la comprobación del mundo del sufrimiento. La Noble Verdad sobre el Sufrimiento: el nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la unión con lo que odiamos es sufrimiento, la separación de lo que amamos es sufrimiento, no obtener lo que deseamos es sufrimiento. En resumen, las cinco clases de objeto de apego son sufrimiento.

Si analizamos este punto, nos damos cuenta de que no hace más que traducir una cuestión más profunda: la de la impermanencia universal.

Esto proviene de una extrema penetración de la realidad. Mirando atentamente el mundo exterior y todo cuanto contiene, observando el ámbito del espíritu, se comprueba que nada permanece, sino que todo cambia continuamente. Y este cambio se produce de una manera cíclica. Una cosa nace, crece, declina y después muere. Muerte que, a su vez, entraña un nuevo nacimiento y así sucesivamente. Sea cual fuere la interpretación que se pueda dar del hecho, puede decirse que cada uno de los seres representa como un eslabón dentro de una larga serie de existencias. Esto se verifica en todo: los objetos se desgastan, los vivos decaen, los pensamientos y los caracteres cambian, los mundos evolucionan, etc., revelando constantemente nuevas formas.

La impermanencia más que una idea es una práctica que nos ayuda a percibir la realidad. Si aprendemos a contemplar las cosas de manera que nos revele la impermanencia, cuando éstas mueran o desaparezcan no sufriremos.

Así que, si todo es una ilusión, un juego donde nada permanece y todo cambia ¿para qué me apego? mejor elijo divertirme, disfrutar, jugar, aprender; eso si...siempre estando atento en el AHORA.

In Lakésh

No hay comentarios: